El 28 de abril de 2025, España y Portugal sufrieron un apagón eléctrico masivo que afectó a millones de personas, paralizando transportes, comunicaciones y servicios esenciales. Según Red Eléctrica de España (REE), el incidente comenzó alrededor de las 12:30 horas debido a una «fuerte oscilación» en el sistema eléctrico europeo, causando una caída abrupta de 15 GW (60% de la generación eléctrica). Esto provocó la desconexión del sistema ibérico de la red europea, afectando también partes de Francia y Andorra.
El caos incluyó la suspensión de trenes, metros y vuelos, con aeropuertos como Madrid-Barajas y El Prat operando con generadores. En ciudades como Madrid, Barcelona y Lisboa, los semáforos dejaron de funcionar, generando atascos, y las telecomunicaciones colapsaron parcialmente. Supermercados cerraron, y hubo compras de pánico de productos como papel higiénico y conservas.
REE comenzó a restablecer el suministro por fases, priorizando el norte y sur de la Península. A las 23:00 horas, cerca del 50% de la demanda estaba recuperada, y para la medianoche, Lisboa y varias regiones españolas (Cataluña, Aragón, País Vasco, Galicia, Andalucía, entre otras) tenían electricidad parcial. El proceso fue lento, con estimaciones iniciales de 6 a 10 horas para la recuperación total, aunque Portugal advirtió que podría tomar hasta una semana debido a la complejidad de reequilibrar la red.
Las causas siguen bajo investigación. Aunque el Centro Criptológico Nacional detectó actividad inusual desde el norte de África días antes, no hay evidencia concluyente de un ciberataque. Otras hipótesis incluyen un fallo multicausal o un fenómeno atmosférico raro en España, como variaciones extremas de temperatura que habrían causado oscilaciones en las líneas de alta tensión.
El presidente Pedro Sánchez convocó al Consejo de Seguridad Nacional y afirmó que no se descarta ninguna hipótesis. La Comisión Europea y Ucrania ofrecieron apoyo técnico. A pesar de la gravedad, las Islas Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla no se vieron afectadas, y los hospitales funcionaron con generadores de emergencia.
A medida que el suministro se recupera, la prioridad es estabilizar la red y esclarecer las causas para evitar futuros incidentes. La vulnerabilidad del sistema eléctrico interconectado ha quedado expuesta, reabriendo debates sobre la resiliencia energética en Europa.
